martes, 12 de mayo de 2015

Te lo prometo 68

Estaba tan cansada de tanta visita

que se permitió un pequeño descanso, y claro,

la pillé durmiendo.


Te lo prometo 67

Podemos hablarlo bien cuando llueva

o bien cuando vuelva a tener vino en mi copa.

Total, el efecto es el mismo.


Te lo prometo 66

Nunca podrás odiar a nadie

que hayas visto dormir antes.

Sería como una negligencia a la cordura

y un ataque al corazón.

Porque que yo sepa, 

siempre intentamos dormir

bien acompañados.